Tratamiento
La mesoterapia corporal es un tratamiento estético avanzado que utiliza microinyecciones de sustancias activas en las capas medias de la piel. Este procedimiento ayuda a reducir la grasa localizada, mejora la celulitis y tonifica la piel, devolviendo la elasticidad y firmeza en zonas como muslos, glúteos y abdomen. Es ideal para modelar la silueta, tratar acúmulos de grasa localizada y mejorar la textura de la piel, sin ser un tratamiento para adelgazar.

¿Cómo reducir la grasa localizada y la celulitis con mesoterapia corporal?
La mesoterapia corporal utiliza microinyecciones de sustancias activas que ayudan a disolver la grasa localizada y mejorar la apariencia de la celulitis. Estas sustancias incluyen fármacos lipolíticos como la cafeína y la fosfatidilcolina, vitaminas, minerales y enzimas que actúan directamente sobre los depósitos de grasa y mejoran la textura de la piel.
¿Qué es la mesoterapia corporal?
La mesoterapia corporal es un tratamiento estético que consiste en la aplicación de microinyecciones de sustancias activas en las capas medias de la piel. Se utiliza para mejorar la apariencia de la piel y tratar problemas como la celulitis, la grasa localizada, el envejecimiento y la flacidez.
¿Quién puede realizarse la mesoterapia corporal?
La mesoterapia corporal está indicada para personas que buscan mejorar la apariencia de su piel, reducir la grasa localizada o combatir la celulitis. Es ideal para quienes desean tonificar y modelar su silueta sin recurrir a tratamientos invasivos. No está recomendada para mujeres embarazadas, personas con infecciones en la piel o problemas de coagulación.
¿Cómo se aplica la mesoterapia corporal?
La mesoterapia corporal se aplica mediante microinyecciones intradérmicas que no sobrepasan los 4 mm desde la superficie de la piel. Es una técnica mínimamente invasiva y prácticamente indolora, con pocas contraindicaciones y sin efectos sistémicos.
Post-tratamiento de la mesoterapia corporal
Después del tratamiento de mesoterapia corporal, es normal experimentar un leve enrojecimiento o pequeños hematomas en la zona tratada, que desaparecen en pocos días. Para asegurar una recuperación rápida y resultados duraderos, se recomienda:
- Evitar la exposición directa al sol en las zonas tratadas durante las primeras 48 horas.
- Utilizar protector solar para proteger la piel.
- Mantener una hidratación adecuada con cremas recomendadas por el especialista.
- Evitar masajes o presión intensa en el área tratada durante las primeras 24 horas.
- Seguir una dieta equilibrada y mantenerse hidratado para optimizar los resultados.
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