Hiperhidrosis

Tratamiento

El tratamiento de hiperhidrosis ofrece una solución efectiva para controlar la sudoración excesiva, mejorando la calidad de vida de quienes la padecen. A través de la aplicación de toxina botulínica en las áreas afectadas, logramos reducir la actividad de las glándulas sudoríparas, proporcionando resultados duraderos y una mayor comodidad diaria. Ideal para axilas, manos y pies, este tratamiento ayuda a recuperar la confianza y a disfrutar de cada momento sin preocupaciones.

¿Tienes excesiva sudoración axilar?

Si experimentas sudoración excesiva que no está relacionada con el calor o el ejercicio, es posible que sufras de hiperhidrosis.

La hiperhidrosis es un aumento de la sudoración de determinadas áreas del cuerpo, resultado de un incremento en la secreción de las glándulas sudoríparas. Se manifiesta en las axilas, plantas de las manos y de los pies.

Este aumento de la sudoración se debe a una hiperactividad de las glándulas sudoríparas por una hiperestimulación nerviosa, generada por situaciones de tensión emocional o estrés, o por motivos térmicos.

Abordamos este problema utilizando toxina botulínica, especialmente indicada para tratar casos específicos de sudoración intensa en manos o axilas.

La toxina botulínica, comúnmente conocida como Botox (que es una de las marcas comerciales), es una proteína producida por la bacteria Clostridium botulinum. Tiene la capacidad de bloquear temporalmente las señales nerviosas que estimulan las glándulas sudoríparas. Esta terapia bloquea selectivamente la acción de la acetilcolina en las glándulas ecrinas, reduciendo así la producción de sudor. Antes de aplicar el tratamiento, llevamos a cabo un test para identificar las áreas con mayor sudoración y luego procedemos con la administración de la toxina botulínica.

Recomendamos realizar dos tratamientos al año, pues la duración del efecto puede durar de 5 a 6 meses.

Después del tratamiento para la hiperhidrosis, es fundamental seguir algunas recomendaciones para maximizar los resultados y evitar posibles efectos secundarios. Se aconseja evitar la actividad física intensa y el calor extremo durante las primeras 24 horas. Mantén las áreas tratadas limpias y secas, y usa ropa suelta y transpirable. Si experimentas alguna molestia, aplica compresas frías y contacta con tu médico.

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